jueves, 16 de octubre de 2008

MANOS DE PLATA

Al posar sobre el lecho
de mi frío escaparate,
siento la suavidad
de una gasa malva
y son tus manos de plata.
Soñando entre azules mares
y en verdeoscuras montañas,
ya sea en mis propios lares
ó en tierra extraña,
siento algo que me acaricia
y son tus manos de plata.
Mirando quizás sin ver
la luz de un mundo distinto,
entre senderos de humo
que se eleva, que se eleva,
siento una sorpresa rara
y son tus manos de plata.
Llorando a la gran miseria
del pobrerío que clama...
la vida se me hace santa
cuando me perturba un canto,
y siento algo que me alegra
y son tus manos de plata.
Cuando se extiende un crespón
de oscura muerte asesina,
ánsias tengo de gritarle
con estos nervios que altéran,
y hay alguien que me resigna
¡y son tus manos de plata!

TERESITA...

No canto a la consagrada...
sino a la que tiene
algo de parecido;
a la que riega el rosal
todas las mañanas otoñales;
a esa mujer que al asomarse
a su ventana,
contempla los "cachilos"
según el canillita
de mi esquina.
A esa mujer que atrae
al más cobarde
y desprecia
al más valiente,
esa con su cara
de amapola dormida
y con su suave palabra
embalsamada.
Recuerdo cuando en horas
aciagas de las siestas,
de esas siestas pesadas,
la vi dormir su sueño
distraída...
su sueño que enamora
al hombre que lo siente.
Su mirada perpetua
y de vez en cuando fugaz,
me hace recordar
a un aerolito cansado
de distancias...
su ademán de abrazar
a la natura
parece estacionado,
y su deseo de verse
solitaria merece
una plegaria.
Teresita:
-Mis labios se cansaron.-

lunes, 8 de septiembre de 2008

ASI ERES...

Tú, has quitado a la luna sus encantos
a la noche el sereno reposo,
la esbeltez en tu andar a los astros
a la selva el color de tus ojos.

Tu sonrisa es imagen de tu alma
que tan solo rebosa ternura,
como lirio silvestre que encarna
del campo su agreste hermosura.

Quien pudiera saber que tus labios
algún día dijéronte a sola:
que eres linda y que causas agravios
al rigor del color y la moda.-

jueves, 31 de julio de 2008

Escuchadme...

No miraste, no viste bién mío
al par de una fuente
un pimpollo temblando de frío
¡de frío de muerte!

No pensaste al verlo caído
qué amarga es su suerte
y que allí a tu mirada rendido
logró conmoverte?

No sentiste acaso el sonido
de un ¡ay! lastimero
que al huir, en tu alma halló asilo
y quisiste llorar sin consuelo?

No0 miraste ya tarde, muy tarde
que pasa el invierno,
la hojarasca que vuela
del árbol enfermo?

Y sentiste una pena tan grande
tan gran desconsuelo,
que deseaste acaso ese instante
cubrirlo de nuevo...

¡Ay! bién mío, bién mío, escuchadme
todo ser necesita un consuelo,
pero ya que no quieres hablarme
pero ya que no quieres mirarme
compadésete al ver que te quiero.-

martes, 29 de julio de 2008

A las sombras

Las sombras que se cruzan
ebocando el firmamento
son pasajeras aves
que llevan lo que siento,
y el cielo que las besa
parece estar contento
más, si aprende de ellas
mi frío pensamiento.


Viajeras tristezas
que marchan por el mundo
demostrando dolores
y enseñando a vivir,
cantando los ejemplos
del zorzal gemebundo
que hizo nacer los versos
que nunca han de morir.


Desde este gran pedazo
de suelo empobrecido
donde me advierto triste
mirándolas pasar...
veo que todas llevan
como lento suspiro
el silencio, la vida
y el cuerpo sepulcral.

Sombras que se cruzan
como buscando envidia
esbozando tristezas
de aquel que sabe amar,
ebrias de silencio,
muy pálidas y frías
que con alas oscuras
se tienden a volar.

Se llevan la sonrisa
del niño que inocente
busca en la fuente de oro
su gran felicidad,
se llevan la mirada
del poeta que siente
por el amor que ofrece
la triste soledad...

¡Oíd: Sombras que pasan
roceadas por el llanto
que la noche derrama
con gran necesidad,
yo vine no sé de donde
a cantarles mi canto
en nombre de las cuerdas
que cuelga la inmensidad.-

domingo, 25 de mayo de 2008

No te puedo olvidar

Después de los dos años
de haberte conquistado
mi soledad querida
traíame un revez;
el de rechazar todo
lo que me has ofrecido
con esa voz que amaba
y coloraba mi tez.
Hay noche, la sombra más amada
que enfría mis calores,
a mis ojos ofrece
que las cosas tristes,
los versos de Higinio...
su pena y sus dolores...
mientras yo te miraba...
de mis ojos huístes.
¿Y qué?... enseguida llorabas
sin lágrimas saladas,
estaba todo frío
con dolor en mi alma,
y hurgando mis papeles
te escribí dos palabras
mientras la noche ardía
con una opaca llama.
Después, vino la muerte
y me encontró dormido,
con los ojos salidos
y el cuerpo todo frío,
pero tu boca buena
se convirtió en suspiro
velando deliciosa
junto al cadáver mio.
Parpadeaban dos velas
que también me lloraban
junto al negrusco manto
que un viejo me cubrió,
por todos los hogares
las lechuzas ululaban
y el pueblo me rezaba
temblando de terror.
¡Corto, corto tiempo pasé
hasta que el día llegó
con sus colores,
de pálido donaires,
la calandria cantaba
su triste melodía
y yo muerto aspiraba
a nardos y alelíes.
Después llegó mi hermano
que lejos se encontraba
cayendo de rodillas
junto a mi cuerpo yerto;
y tú, novia querida,
muy triste me llorabas
gritando sin amparo:
-¡Mi amor, mi amor se ha muerto...!
Por fin, llegó la hora
la hora más amarga...
cuando oía que clavaban
la tapa del cajón,
mis familiares todos
sus ayes descargaban
sus gritos, sus penurias,
¡el lúbrego dolor!
Sentí, después que a peso
muy lejos me llevaban
por entre una avenida
de un espeso talar,
y al tirarme en la fosa
del panteón te gritaba:
¡Adiós amada mía...
no te puedo olvidar!.-

Noche Trágica

La novia andaba en el parque...
caminando a paso lento,
mirando por todos lados
como buscando esperanzas...
y yo sentado en un banco
estaba leyendo el cielo,
mientras las nubes ligeras
pasaban besando estrellas.
La novia estaba en el parque...
como rezando su credo;
por entre rosas y nardos
volaban las mariposas.
Su vestido largo y blanco
rosaba el negrusco suelo,
y una luz en las tinieblas
se corrió como centella...
Fijé mi vista en el cuadro
que pronto se ocasionó
y por entre unas achiras
un joven apareció...
La hora fue avanzada,
la ciudad dormía tranquila,
cuando la novia extasiada
palidecía en la noche.
Y yo sentado a oscuras
sin querer interrogar,
hasta que pudo gritar
el mozo con voz de trueno:
-"Aqui estoy amada mía...
yo siempre soy el temible,
hoy me siento de ultratumba...
adiós querida María...!"
Cuando la novia al sentir
la última voz del joven,
se le tiró en los hombros
murmurando: -"Por favor,
por favor, me dejas sola...!"
Y el hombre ya envenenado
para ser de sí un terror,
hechó mano a la pistola
y accionando el disparador
un proyectil dirigió
directamente
a sus sienes...
la novia entonces cayó
sobre el nervioso varón
que quitándose la vida,
su terror se complicó
en dos almas y un camino...
La noche tiembla y se asombra
sobre aquel trágico drama...
Miro a la luz que le alumbra,
la novia sale y le clama.....

viernes, 11 de enero de 2008

AMAR

Esta senda que sigo quién sabe
a donde irá...
la fiebre del amor que me amamanta
esa fiebre me dirá.

El sol cuelga sus rayos
de pálidos colores,
os mira desde arriba mi gran necesidad.
...Siempre andar...

Por tí, mujer amada, mujer que allá
a lo lejos te siente divagar,
por tí, sigo esta senda de espinas
y de abrojos y sé lo que es amar.-

viernes, 4 de enero de 2008

¿POR QUIEN SIENTO AMOR?

Por esa soledad que tanto añoro
guardada en un rincón,
donde a la vida me la vivo solo
como la quise yo.

Por esa roca que se ve dormida
mejor que en el panteón,
por ella le suspira el alma mía
por ella siento amor.

Por esos libros que me enseñan tanto
de su ciencia y su albor,
por ello los acervos del encanto
por ello siento amor.

Siento amor por el pájaro que canta
con su arpegio de dolor,
siento amor por la sombra de una planta
que todo es un favor…

Siento amor por la idea que engalana
su ambición con bondad,
por esos labios qye en la vida emanan
su ciencia en la verdad.

Siento amor por los pobres que me lloran
desde el feliz umbral,
la miseria que viene y me reclama
la justa caridad.

Siento amor por aquella enamorada
tentación del varón,
cuando un lento mirar de su mirada
le alumbra el corazón.

Siento amor por aquella bienamada
sonrisa de cristal,
que vese de los labios escapada
como un beso cordial.

Siento amor por la acción de mis acciones
que me hacen divagar…
como el que siente tétricas canciones
y quédase a pensar.-